IMPACTO MUNDIAL DE LOS ATAQUES A TURISTAS EN BARCELONA
Medios de comunicación de las grandes potencias emisoras advierten de la agresividad de los manifestantes
“Dimos una imagen deplorable de nosotros como sociedad. Hay que afrontar los problemas con más seriedad y menos populismo”
BARCELONA/ESPAÑA /12/072024.-Los medios de comunicación de las grandes potencias emisoras, como es el caso de Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, se han hecho eco de los lamentables ataques contra turistas que tuvieron lugar durante la protesta contra la masificación convocada en Barcelona el pasado fin de semana. La protesta, que tan solo congregó a 2.800 personas, ha adquirido una dimensión especialmente relevante en el panorama internacional por la agresividad mostrada por algunas personas contra los turistas que disfrutaban de su estancia en el destino. Como publicó Preferente, algunos de ellos fueron rociados con pistolas de agua y recibieron insultos de parte de los protestantes, que también “precintaron” hoteles y restaurantes.
La marcha, bajo el lema “Decrecimiento turístico ya” y con mensajes como “Tourism kills the city” o “Tourists go home”, ha generado gran rechazo entre el empresariado, las diferentes fuerzas políticas e incluso buena parte de la sociedad catalana. Y no por el fondo de la misma, totalmente entendible incluso para los propios empresarios y trabajadores que viven del turismo, el gran motor económico de España, sino por las más que cuestionables formas de los manifestantes.
Preguntado por esta cuestión, el presidente de la asociación catalana de agencias (ACAVE), Jordí Martí, lamenta en declaraciones a Preferente que “dimos una imagen deplorable incluso como sociedad”. “Hay que afrontar los problemas con más seriedad y menos populismo, y nunca dar una imagen así ya que no beneficia a nadie”, sostiene el líder de la patronal, que se muestra comprensivo con cualquier manifestación o protesta pacífica.
En términos similares se pronunció el Gremio de Hoteles de Barcelona, que considera “inaceptables” los ataques contra turistas. Según expone, dichas acciones fueron perpetradas por “un grupo limitado que ciudadanos que visualiza una corriente de opinión particular de ciertos movimientos sociales”, los cuales rechazan directamente la presencia de visitantes en la ciudad.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que accedió al cargo después de ocho años de mandato de Ada Colau en los que se incentivó la turismofobia, reaccionó rápidamente tras la protesta, mostrando su “voluntad y compromiso de limitar la masificación turística y sus consecuencias en la ciudad”.
Cabe recordar que Collboni se ha comprometido a suprimir “más de 10.000 pisos turísticos para que vuelvan a ser de uso residencial”. Asimismo, ha prometido “aumentar el recargo del impuesto turístico a cuatro euros por noche, reforzando así los recursos para gestionar el impacto del turismo”, así como a “limitar el número de cruceristas que no pasan noche en la ciudad”.