GITANOS CATÓLICOS EN ESPAÑA: “POQUITOS, PERO VERDADEROS”

José Emiliano Rodríguez Amador, director del Departamento para la Pastoral de los Gitanos de la CEE, con guitarra. | Crédito: Cedida por José Emiliano Rodríguez.
Por Nicolás de Cárdenas*
ESPAÑA/23/05/2025.-. El director del Departamento para la Pastoral de los Gitanos de la CEE, José Emiliano Rodríguez Amador, define a los católicos de esta etnia como “poquitos, pero verdaderos” en el 600 aniversario de su llegada a España.
Un documento fechado en 1425 es el primer vestigio histórico en el que se recoge la llegada a España de un gitano. En él, el Rey Alfonso V de Aragón, apodado el Magnánimo, concedía un salvoconducto al llamado Juan de Egipto Menor, por un tiempo de tres meses, para que fuera respetado en su peregrinar hacia Santiago de Compostela.
Esta efemérides contó con un pórtico especial, cuando en enero el Papa Francisco envió una carta en la que les transmitió su afecto y señalaba los retos particulares a los que se enfrenta el pueblo gitano y les animaba a afrontar el futuro con esperanza en el marco del Jubileo Ordinario.
“Los gitanos estábamos loquitos al ver que el Santo Padre dirigió una carta personal para nosotros. Fue maravilloso”, detalla Rodríguez Amador a ACI Prensa. Hubieran deseado encontrarse con el pontífice argentino, pero, asume que “ya lo haremos cuando llegue la hora de hacerlo en el Reino de Undebel [Dios]”.
Ahora esperan poder unirse al Papa León XIV los próximos 18 y 19 de octubre en Roma, dentro de los actos del Jubileo 2025.
Retos del pueblo gitano en España
En España hay unos 700.000 gitanos que afrontan desafíos importantes como el desarrollo formativo y profesional o la inclusión social.
“Lo bueno es que hace unos 15 y 20 años algunos fueron dejando atrás la marginación propia desde dentro de la misma familia, apostando más para que los jóvenes acabasen con carreras universitarias o estudios de formación profesional”, expone Rodríguez, que desarrolla su labor desde Granada.
Sin embargo, reconoce que “no es un aumento notable” y son muchos los que no terminan los estudios secundarios.
Por otro lado, Rodríguez explica que los gitanos “mantienen una relación muy buena” en general con los “payos” o “castellanos”, como denominan a los españoles que no son de su etnia, aunque con una condición: “Esto ocurre si de veras hay un interés desinteresado por parte del ‘payo’. O sea, que los gitanos no se sientan utilizados”.
En el ámbito laboral, Rodríguez denuncia que sigue existiendo “desconfianza por los empresarios y esto hace que la marginación siga existiendo en los barrios apartados”. También denuncia ciertas actitudes racistas.
Un puñado de gitanos católicos
Los gitanos católicos no son ajenos a estos problemas. Aunque no haya una cifra oficial, Rodríguez estima que deben ser unos 400 o más los que participan en las actividades de evangelización y promoción social que desarrolla la Pastoral Gitana.
La mayoría, por tanto, son cristianos evangélicos o, como dicen en su argot, “los del culto”. Pese a ello, hay buena convivencia: “Hay un vínculo muy arraigada en nuestra cultura que nos mantiene unidos como la raíz en la tierra. En mi caso tengo familiares que son del culto evangélico y entramos en debates de fe, pero somos gitanos y nuestros valores por ley se basan en el respeto hacia un gitano o gitana”, detalla.
Por otro lado, en las parroquias se da una buena integración entre payos y gitanos. Según el responsable de la Pastoral Gitana, “todos amamos a Dios y obramos igualmente un trabajo pastoral en la parroquia conjuntamente. El gitano que está involucrado entiende cuál es el trabajo pastoral: evangelización, celebración, obra social, etcétera. Y si estos están a cargo de un coro de cantos, se hacen imprescindibles en la parroquia”.
Los núcleos más asentados de gitanos católicos están en las provincias andaluzas de Sevilla y Almería, donde “las hermandades gitanas son el pilar de una religiosidad católica en la que el gitano se ha sentido como en casa”, refiere Rodríguez citando al P. Plácido Manuel Díaz, delegado en Sevilla de Pastoral Gitana.
La prioridad es la evangelización
Para José Emiliano Rodríguez, la prioridad del departamento que dirige “desde siempre es la evangelización. El que los gitanos nos sintamos Iglesia”, lo que pasa por el trabajo de todos los delegados presentes en numerosas diócesis españolas, aunque no en todas.
“En una diócesis donde no hay oficialmente un delegado de pastoral gitana es como decir que no existe pues no se hace nada de nada. Así, los posibles gitanos católicos quedan huérfanos y se nublan sus esperanzas de sentirse Iglesia”, se lamenta Rodríguez.
Pese a ser pocos y contar con medios limitados, surgen frutos del trabajo, encarnados en algunas personas consagradas. “De momento hay poquitos, cierto es. Pero lo que tenemos son ‘chapó’, de lo mejorcito”, presume el responsable de la Pastoral Gitana.
De entre ellos cita al P. Juan Cortés, sacerdote en Barcelona; al P. Antonio Heredia, claretiano; a la religiosa Belén Carreras Maya y al diácono permanente de la Archidiócesis de Zaragoza, Agustín Gabarre.
Para Rodríguez, estas personas se caracterizan por ser, ante todo, “católicos y, después, gitanos con mayúsculas” y son considerados entre los gitanos “como a nuestros patriarcas, nuestro referentes pasionales para seguir a Cristo”.
“Los gitanos nos sentimos orgullosos. Hacen una labor calladamente, pero donde trabajan son reconocidos”, añade convencido.
*Desde julio de 2022, soy corresponsal de ACI Prensa y EWTN Noticias en España, cubriendo eventos internacionales de la Iglesia Católica.
F/ACI Prensa