SEMANA SANTA NUEVOS ECOS DEL PASADO
Conmovedora Procesión del Santo Sepulcro en Ayacucho Gihan Tubbet/ PERU/ Promperu
“Las tradiciones populares son un patrimonio cultural propio de los pueblos que debemos conservar y darlos a conocer, con el respeto y la solvencia necesaria, para que aporten su mejor contribución a la cultura mundial”
RECORDAR ES VIVIR
Cargados de innumerables recuerdos llegamos a una nueva Semana Santa, confinados en nuestra casa ante el desolador escenario que el mundo nos está ofreciendo como si se tratara de una venganza de aquellos que protagonizaban la serie televisiva “Los Invasores” – seres extraños llegados de otros mundos destino: La Tierra – donde su misión era destruir a los terrícolas… No es eso lo que esta precisamente ocurriendo, se trata sencillamente, como dice mi ilustre sabio amigo Juan Manuel Garcia Ramos, que no hemos sabido gestionar nuestras vidas. “Quizá debamos recordar lo que decía Erasmo de Rotterdam en el siglo XVI: la ciencia es una guerra absurda contra la naturaleza. SOLO LOS SERES HUMANOS SOMOS CULPABLES DE LO QUE NOS SUCEDE”
Dejemos atrás todo este triste panorama que nos azota, y recordemos aquellos memorables pasajes de una Semana Santa que se nos fue, allá en esa España añorada – si, añorada – dominada por el franquismo, sus curas y sus monjas.
La Semana Santa pasó con la evolución del país, salido de la pobreza gracias al turismo, de ser “el carnaval de los curas” como se le conocía, a convertirse en unas vacaciones, que en el caso de Canarias, gracias a su “eterna primavera”, llenaba al 100 x 100 sus hoteles, parques de atracciones, etc. etc. En los 60-70 del siglo pasado comenzó esa costumbre que se convirtió en una constante en la vida social española. Todos gozábamos de una u otra manera la Semana Santa.
Los pasajes de las procesiones con sus imponentes parafernalias, cargadas de mitos y leyendas, nos llevan a la circunstancia donde como soldado del ejercito español, cubrimos calle mosquetón en mano, boca bajo, en la famosa Calle del Castillo – en la cual nacimos – de Santa Cruz de Tenerife, en una de sus esquinas tradición que se cumplía con tremenda devoción.
En la Plaza de la Candelaria, frente a donde hoy está el edificio de un banco, estaba el Café Cuatro Naciones, allí, al pasar la procesión de Jueves Santo, invariablemente la banda de música que regularmente acompañaba la procesión interpretaba el “Adiós a la vida” de la opera Tosca, de Giuseppe Verdi.
Los grupos que recorrían las calles a pié, visitando “Las Siete Estaciones”, y todo el olor a incienso que se respiraba en las calles, era una mística acompañada de velos y libros de misa a uno de los cuales dedicamos un Padrenuestro escrito por nosotros en un palillo de aquellos fósforos que tantísimos recuerdos nos traen a nuestra mente.
SEMANA SANTA CANARIA
Como si de toda Andalucía se tratara, la Semana Santa de San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, era una muestra máxima de la devoción religiosa cristiana de los habitantes de la isla.
Sus imponentes procesiones, acompañadas de cofradías centenarias, eran una demostración de fe y recogimiento que impresionaban por su majestuosidad.
Punto culminante de estos actos, la procesión nocturna a la que mas de una vez asistimos soportando un frío y una humedad espeluznante, la cual quedaría inmortalizada con la copla del vate lagunero, Manuel Verdugo.
“Procesión de madrugada/
como brillan los luceros /
que los ángeles encienden/
por el Cristo lagunero.”
El climax de estos actos llegaría, cuando en Santa Cruz de Tenerife, la Cofradía Andaluza – creemos que se llamaba así – consiguió que durante la Semana Santa la justicia española indultara a un preso, el cual aparecía encapuchado y descalzo, acompañando la procesión del Jueves Santo.
Añorados recuerdos con sus recursos gastronómicos incluidos donde en esa La Laguna fueron famosas sus “casa de comidas” donde se servían unas clásicas arbejas con huevos duros, como un plato tradicional de la Semana Santa.
LA REVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD MUNDIAL
El mundo dio un potente giro con las facilidades del viaje. El consumismo vio en la Semana Santa, una imponente motivación para propiciar los desplazamientos y las visitas a las más famosas procesiones de emblemáticos lugares.
Sevilla, y su Virgen Macarena, se convirtieron en un atractivo turístico al igual que la Semana Santa malagueña, de Cuenca, Zamora… España las cuenta por decenas dentro de su patrimonio turístico.
La otra vertiente esta en la masa social que aprovecha este espacio de vacaciones religiosas para disfrutar de la playa del campo, y ahora la nueva moda: las ciudades.
Gracias al importante avance del nivel cultural de los países desarrollados del mundo, las tendencias van hacia nuevos horizontes.
“Las ciudades se han convertido en los destinos preferidos por los españoles para disfrutar de sus vacaciones, relevando, por primera vez, a un segundo lugar a los enclaves de sol y playa. De hecho, el 40% elige ciudades frente al 37% que prefiere la playa, según la tercera edición del Barómetro Turístico Leisure que elabora la consultora Braintrust. Señala también que el 71% se decanta por su propio país como destino vacacional frente al 29% que opta por viajar a otro país.”
Conmocionados ahora con el terrible problema del coronavirus, la sociedad debe prepararse para los cambios que se avecinan, donde el poder de la información digital alcanzará su máxima importancia ofreciéndonos todo el potente atractivo que suponen las reliquias históricas de las ciudades, pueblos y lugares del mundo, a los cuales se unirán las bien trazadas líneas de la evolución idealista creativa de ingenieros, arquitectos, escultores, ambientalitas, los que han creado para deleite de nosotros Brasilia, la Torre Eiffel, el Puente Hangzhou, etc. y tantos otros atractivos que nos llevarán de un lado a otro del mundo pudiendo disfrutar hoy en todas partes del mundo de la visión de sus bellas estructuras gracias a la técnica digital.
UN MUNDO DE ESPERANZAS
Un auténtico reto tenemos ya en el presente con un nuevo mundo que se abre ante nosotros.
Llega la hora en que el conocimiento y la experiencia han de actuar con rapidez e inteligencia para enderezar lo que otros no han sabido hacerlo. Quienes sepan y puedan actuar con la honradez y la honestidad necesaria, deben ser los que tomen las decisiones.
La evidencia y los resultados actuales han dejado al descubierto donde está la capacidad de cada uno. Llegó a hora de pasar la factura. Un mundo mejor donde la esperanza se base en la toma de decisiones correcta y acertada, no parece posible actuando con las bases actuales.
La solución seguramente es volver a empezar.
Servir es mi ocupación, dice Rotary Internacional. ¡Ojo con sus principios y su estructura!
Esa es la solución. ¿Lo discutimos?
Servir es mi ocupación.
Antonio-Pedro Tejera Reyes. Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. De las Naciones Unidas.
Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.