REPENSAR LA REGIONALIZACIÓN
Por Antero Flores-Araoz *
Hicimos el proceso de descentralización del país apresurado, adoptamos para ello el mecanismo de la regionalización, eligiéndose a Presidentes Regionales en los departamentos.
Con el correr del tiempo advertimos las deficiencias y la necesidad de introducir correctivos, pues lamentablemente los recursos trasladados desde el Gobierno Nacional, muchas veces eran mal empleados, los proyectos presentados no pasaban los filtros de calidad, y los funcionarios carecían del debido conocimiento y experiencia. Por cierto que no podemos generalizar, pues también han habido personas competentes tanto a nivel electivo como designados.
Lo que rebasó la tolerancia de los ciudadanos ha sido la gran corrupción encontrada en algunas regiones, que no fue atajada a tiempo y que ha desprestigiado penosa e injustamente a todas las regiones.
El absceso reventó y hoy nos encontramos con algunos Presidentes Regionales involucrados o denunciados por graves ilícitos, incluso delito contra la vida, ante lo cual la indignación ciudadana creció y ha motivado correctivos que no necesariamente son los adecuados.
Frente a casos denunciados el Poder Ejecutivo ha cerrado el caño a la Región Ancash y pretende hacerlo también en otras Regiones, limitándose a transferirles recursos para el pago de obligaciones corrientes, pero no para obras que están comprometidas. Esto las demorará, generará mayores gastos administrativos, habrá ajustes por elevación de costos, y todo ello a quien perjudicará es a los pobladores de la respectiva Región y a todos los contribuyentes.
Como vemos el corte de transferencia de recursos económicos no era solución, lo que se necesitaba es nombramiento de interventores desde el Gobierno Central para evitar despilfarros y perpetración de delito, pero no paralización de obras, en que seguramente los contratistas exigirán pago de penalidades. Felizmente el problema lo arregló con reciente ley.
Cuando la ley permitió la creación de movimientos políticos regionales, y que estos pudieran presentar candidatos para los gobiernos regionales, los partidos nacionales perdieron presencia e influencia en las regiones, y los elegidos surgieron de los primeros. Dejó de existir el Presidente o Secretario General de partido nacional que pusiera orden cuando el Presidente Regional se excedía o actuaba mal. Hoy no hay quien los ajuste.
El Presidente de la República ha anunciado proyecto de ley para subsanar deficiencias en regiones, lo que nos parece apresurado pues se necesita un debate serio y alturado, y las elecciones de octubre son un buen espacio para ello. Tenemos que tener control parlamentario sobre los Presidentes de Región, similar al que existe para los Ministros.
Es tiempo de repensar el tema.
* Reconocido jurista y político peruanoFundador del partido ORDEN
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