“LE DOY MI PALABRA”
Desde la época en que se pactaban convenios con la frase “le doy mi palabra” o “está de por medio mi honor”, y que la peculiar frase “ha corrido mucho agua bajo los puentes”, es una frase “demodée”, sin valor porque los parámetros morales han sufrido incontables cambios, puesto que las aguas han arrasado con muchos puentes como igualmente han sido arrasadas la ética y las buenas costumbres. Y como dijo alguna vez el Estadista francés Charles de Gaulle, “los países no tienen amigos, tienen intereses
El mundo se desarrolla sobre la base de convenios y tratados, y son estos sólo el feliz resultado de un intercambio de ideas que tal vez fueron una quimera en principio, pero, que al concretarse se convirtieron en tratados de paz, intercambio y desarrollo, Perú y Chile están dando un buen ejemplo de ello.
Existen más de 7 mil millones de seres humanos en el mundo que nos toca vivir, en diferentes continentes, diversos países, nos expresamos en idiomas distintos, profesamos diversas religiones e ideologías políticas y nos conducimos bajo diferentes códigos morales, pero sin embargo nos mantenemos unidos sólo por el hecho de poder comunicarnos y, sobre todo, por honrar la palabra empeñada. Naturalmente eso también implica el respeto por el tiempo de los demás queremos decir: la hora es la hora. Tenemos que sacudirnos el hábito de la hora Cabana. Si respetamos la palabra empeñada, el mundo puede seguir su curso. El respeto a la palabra tiene una connotación casi sagrada, imaginemos sino la total confusión si los gobernantes no respetaran los tratados de paz, convenios y programas establecidos en todos los campos del diario vivir, no queremos ni pensarlo, sería la anarquía total.
Y como crece la China y la india estamos seguros que ya sumamos algunos millones más.
En tal sentido, los líderes políticos y religiosos que tienen el poder de la palabra, tienen la gran responsabilidad de guiar a las masas hacia la paz, y tenemos muchos ejemplos de ellos, mencionaremos sólo a dos el Papa Juan Pablo II y Mahatma Ghandi que proclamaba la paz y la construcción de un mundo mejor. Y ahora a Francisco que con su carisma y humildad está recobrando como el buen pastor millones de ovejas extraviadas
En turismo que es el rubro que nos ocupa, si no cumpliéramos con la palabra empeñada sería catastrófico, ya que lo que ofrecemos y vendemos es intangible hasta que no se llegue al lugar de destino. El usuario sólo está confiando en el maravilloso atractivo que describimos, y deja volar su imaginación a través de nuestras palabras, por eso seamos conscientes de lo que estamos ofreciendo y no hagamos promesas que no podamos cumplir. Es la razón asimismo, por lo que al turismo se le conoce como la industria de los sueños.
Y siguiendo con el tema en cuestión que a todos nos involucra, el proyecto minero CONGA y la minería informal, la desocupación de la invivible “parada”, los accidentes de tránsito donde a diario mueren personas, que enlutan cientos de hogares peruanos por la irresponsabilidad de los choferes que lamentablemente no están acostumbrados a respetar reglas. ¿Nos preguntamos dónde está la autoridad?. Sentimos vergüenza ajena cuando un gerente de un prestigioso hotel nos comentaba que nunca había visto en ningún país donde le había tocado trabajar, ver el maltrato físico que sufre nuestra benemérita policía nacional, por vociferantes supuestos humildes trabajadores.
Sra. Alcaldesa Villarán, ni un paso atrás en la construcción del parque del Migrante, si logra acabar con la inmundicia de la “parada” y el reordenamiento del tráfico de Lima su gestión pasará a la historia pese a todos los errores que se cometan, hay que demostrar que las mujeres si tenemos palabra y sabemos hacerla cumplir…
Dando por terminado nuestro editorial ¿Nos preguntamos? ¿Cómo queda el Perú si no respeta sus convenios? Y en vez de parafrasear el Estadista francés Charles de Gaulle, diremos más coloquialmente “De los amigos, guárdeme Dios, que de los enemigos, me guardo yo”
Directora.




