SE ACABÓ EL CARNAVAL EMPEZÓ LA CUARESMA
Tiempo de cuaresma, nos marca la iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua, tiempo para pensar en ser mejores y poder vivir más cerca con nuestros principios cristianos, comienza el miércoles de Cenizas y termina el Jueves Santo.
El miércoles de ceniza es el paso al arrepentimiento después del aparentemente farrago y la vida licenciosa que se vivía en los días de carnaval, cuyos disfraces, permitían a las personas que los usaban, seguir conductas supuestamente desenfrenadas, ya que se ocultaban tras antifaces, y disfraces.
Aquí en el Perú, se celebran los carnavales guardando las tradiciones en algunas regiones y son muy populares el Carnaval de Cajamarca, Puno, Huancayo, en Huánuco y en algunos pueblos del interior del país.
Aquí en Lima pasan sin pena ni gloria, con lo que se ha perdido una importante fuente de trabajo, alegría para la población y promoción turística. Ya que sólo se permite el juego con agua cada domingo de febrero, en una ciudad donde el líquido elemento no abunda.
Lima no se quedaba atrás con los festejos del Rey Momo y lo celebraba con mucho boato y alegría. Nuestro maestro Hernán Villar, recuerda con nostalgia su primer disfraz de legionario cuando fue niño, y nos cuenta que el presidente de la república Augusto B. Leguía, era fanático de los carnavales y lo celebraban en la Lima de esa época con gran algarabía, donde había derroche de chisguetes, talcos, serpentina, y pica-picas y donde la élite se lucía elegantemente vestida, éste tipo de carnaval fue impuesto en las principales ciudades del país y en Lima duró hasta los años 50
Recuerda asimismo, que cada distrito organizaba concursos para elegir a su reina de carnaval, que a su vez concursaban para elegir a la reina del carnaval de Lima, que daría inicio a las fiestas carnestolendas. Parte importantísima de estas tradicionales y alegres fiestas eran los corsos distritales y luego el gran corso de Lima encabezado por su reina que era ovacionada por los miles de limeños apostados a ambos lados de la principales avenidas limeñas por donde desfilaban, nos cuenta asimismo, que habían coloridos carros alegóricos, y cada empresa se esmeraba para que el suyo fuera el que estuviera mejor decorado, porque la municipalidad de Lima otorgaba un premio al más original
Estaba permitido jugar con agua durante el día, y en las noches en casi todos los clubs sociales se organizaban las fiestas de disfraces, una de las más concurridas era la que se celebraba en la plaza principal de Barranco cuya atracción principal era la de contar con tres o cuatro orquestas que hacían bailar a la concurrencia los ritmos en boga, otro atractivo de las fiestas era la asistencia de “comparsas” compuestas por grupos de lindas chicas, que utilizaba el mismo motivo en el disfraz, generalmente de hawaianas. El disfraz más popular dentro del género masculino era el Dominó.
Punto y aparte era la utilización de los famosos “chisguetes de éter” que cuando caía a los ojo… los que vivieron la época no lo han olvidado. Las serpentinas multicolores tenían la misión especial de enamorar, puesto que tenían impresos mensajes de amor, y estamos seguros que miles de parejas se iniciaron en las famosas fiestas de carnaval puesto que se les conocía como serpentinas de conversación… Otro de los bailes inolvidables era el que ofrecía la Municipalidad de Lima en su gran local del Paseo Colón. El baile del Hotel Bertolotto del tranquilo distrito de San Miguel era muy famoso , el Lawn Tenis, el Circulo Sportivo Italiano entre otros ofrecían además bailes infantiles.
Una anécdota para recordar de nuestro maestro «es que después de la noche de baile a golpe de 5-6 de la mañana se trasladaban los elegantes grupos a tomar su reconstituyente caldo de gallina nada menos que en la “Parada “ es verdad aunque Ud. no lo crea…
Manuel Prado de entonces, con Decreto Supremo N. 348, ordenó se suprima todo juego de carnaval en todo el territorio de la república a partir del año 1959 con lo que le quitó la alegría del mismo a los limeños y en general al país, y fue fue el presidente Juan Velazco Alvarado, el que suprimió la fiesta de los carnavales; con el argumento que el Perú no podía perder tantas horas de trabajo siendo un país subdesarrollado. Dejando que se celebre todos los domingos de febrero. Sin embargo ya estamos en otro siglo existen nuevas preferencias y hay que beneficiarse del mercado de la oportunidad
Los carnavales generan corriente turística en muchos países, y son famosos los carnavales de Venecia, los de Tenerife, los de Río en Brasil, El Mardi Gras de Nueva Orleans, El Carnaval de Niza. El Carnaval de Colonia en Alemania.
Sería muy importante para el turismo que los carnavales se volvieran a restablecer como antes, utilizando un fin de semana largo, aprovechar que los chicos aún están de vacaciones, el verano en este lado del continente, en los hoteles podrían haber fiestas que tendrían mucho éxito, ya que son generaciones que no han tenido la oportunidad de usar un disfraz, y coexiste un atractivo especial el usarlo, se incentivaría el turismo interno y generaría un gran ingreso para toda la actividad turística…
La Directora