PROFUNDAS REFLEXIONES SOBRE EL NUEVO ORDEN DEL DESARROLLO MUNDIAL
Por estar completamente de acuerdo con este artículo de nuestro ilustre colaborador Dr. Antonio Pedro Tejera Reyes le cedemos nuestro espacio editorial, por ser el COVID-19 un problema que afecta al mundo, puesto que infelizmente al poner en jaque al turismo ha resquebrajado la economía casi en la mayoría de países, que recién toman en cuenta lo que realmente significa en sus economías, el movimiento de personas llamado turismo. *
«Reflexiones que escribimos casi igual, y publicamos, en Enero de 2008, (Solo hace unos pocos años…) ¿Qué ha ocurrido?: El tiempo nos da la razón, el virus covid-19, también».
«Necesitamos cambiar el rumbo y las bases de acción natural del individuo para construir y gobernar». Vamos a comentar algunas propuestas, siempre haciéndolo con el limitado espacio de un artículo de prensa, intentado ser lo concisos en lo posible para dejar claras unas ideas que nos parecen fundamentales a la hora de actuar en la gobernabilidad del orden político, empresarial o social del mundo.
Decía Vanellas (Córdoba, Argentina) «El ser humano tiene la necesidad de vivir en sociedad para satisfacer sus exigencias. ¿Qué futuro podemos crear si en cada acto maltratamos el presente?«. Ese presente en el que estamos acabando con sus valores históricos, casos concretos las viejas e históricas calles, parques y plazas de una ciudad, el paisaje… simples y elocuentes ejemplos, para no hacer más comentarios.
Se llenan páginas y más páginas tratando sobre “desarrollo sostenible”. ¿De qué desarrollo sostenible se está hablando aquí? ¿Sabrán acaso los que emplean este término de lo que están tratando, o creen que con sus «engoladas» posturas pueden seguir engañando al pueblo toda la vida?
«Urge comenzar a construir una sociedad más justa, donde queden superadas las ideologías que, de una u otra manera, han fracaso en el mundo. Es necesaria una transformación de la sociedad que permita el encuentro con la espiritualidad, con valores que remuevan nuestras conciencias.»
PREGUNTAS SIN RESPUESTA
¿Podemos sustraernos ahora del evidente olvido en que hemos tenido sumido el cuidado sanitario del mundo? ¿Tenemos los elementos necesarios para atacar en firme el reto que nos presenta el nuevo mundo al que tenemos que acudir, sin otra solución posible?
¿Vamos a seguir con los mismos ignorantes pasos actuales «corriendo sin saber a dónde vamos, enloquecidos, atropellándonos unos a otros.» sin ideas claras de cómo y por qué hay que hacer las cosas? ¿Hasta dónde vamos a llegar elaborando “medidas preventivas” que sólo han servido para destrozar lo que teníamos, dejándonos en la más profunda miseria? Claro está menos a los líderes multimillonarios mundiales que han visto considerablemente aumentado su ya inmenso capital.
Necesitamos una transformación moral desde la raíz que se debe verificar en toda la clase dirigente y en el común de las gentes. Necesitamos despertar para que la pesadilla que nos está tocando a la puerta no se convierta en una ruina de irreversibles consecuencias… el movimiento llamado turismo… es nuestra salvación, es nuestra principal fuente de vida.
Sabemos que estas líneas pueden no servir de nada, pero esperamos sin embargo, que sirvan para algo recabando con nuestros comentarios, empresas y programas, donde se actúe con toda la buena fe del mundo con la finalidad de potenciar el movimiento del turismo y su proyección internacional. “La buena fe como norma en los negocios y en las profesiones, el aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia al servicio de la sociedad” dice Rotary Internacional, en sus principios.
SEGUIMOS CON VANELLA
«Quienes más responsabilidad tienen de esta catástrofe -escribe Luis Christian Vanella – de esta degradación social, ambiental, han obtenido a cambio dinero, fama, privilegios… son sus culpas claras y objetivas. No obstante, cada individuo tiene el derecho y el deber de corregir sus propios errores, de modificar sus comportamientos. Debemos recurrir a nuestras fuerzas más recónditas, a nuestras convicciones más íntimas… blandirlas como espadas para luchar contra la indiferencia, contra la apatía; son estas el caldo de cultivo de las injusticias».
«Necesitamos despertar, pues esta pesadilla es nuestra ruina; para ello debemos dejar a un lado los sectarismos, y tomar conciencia del momento en que vivimos».
«Aquellos que tienen conciencia de lo que ocurre no pueden cerrar los ojos y evitar la realidad; quienes quieren vivir en un mundo mejor en donde el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la transparencia sean leyes fundamentales de la sociedad, deben cumplir con su parte».
No podemos seguir permitiendo que los «vivos» – por llamarlos de alguna curiosa manera – sigan haciendo de las suyas, robando y engañando a todo el mundo. Los ladrones tienen que estar en la cárcel y no en la calle riéndose de quienes han robado con los más viles engaños. Lo hemos padecido, con nombres y apellidos, robándose hasta la caja de seguridad de un banco.
Tenemos necesariamente que plantearnos unas nuevas formas de gobierno que presten la debida atención a los grandes problemas que se nos avecinan, y que ya los tenemos » aquí, allá y acullá» con el cierre de cientos de establecimientos de recepción turística, y con la seria amenaza de otros tantos que cerrarán próximamente, por no poder resistir el cambio de unas estructuras del turismo internacional que no han sabido manejar debidamente políticos ignorantes y faltos del conocimiento necesario para afrontar la tragedia provocada por la crisis del virus covid-19.
UN MUNDO DE DIFICULTADES
Nos hemos encontrado en manos inexpertas y faltas de la profesionalidad necesaria para navegar en unas aguas cuyas corrientes van cambiando paulatinamente a medida que la sociedad se culturiza, y nuevos estratos de la población del mundo acuden a la llamada del turismo. Consecuentemente, asistimos al nacimiento de nuevos destinos turísticos, algunos de los cuales estamos intentando apoyar frente a personajes incompetentes que frenan el desarrollo de sus países más pendiente del “cuanto hay para esto” que en la verdadera misión de sus cargos, sin medir para nada las consecuencias que esto produce.
«Nuestra sociedad está cansada de que le mientan, está cansada de no creer en nada». Tenemos el deber moral de revertir esta situación. El turismo mundial necesita planes bien estudiados, y acciones seguras que vayan desde la conservación de sus señas de identidad, hasta la valoración de su factor humano. Nos incumbe a todos la responsabilidad, podemos partir de ejemplos históricos que sirven como modelos… No podemos limitarnos a culparnos unos a otros, mirando para otro lado y abstrayéndonos de una realidad latente que no admite la más mínima discusión.
OPTIMISMO ES LA FÓRMULA
Queremos ser optimistas. Hay que buscar una solución política que nos lleve a soñar con un mundo mejor donde prevalezcan la justicia y la razón en base a la comprensión y la solidaridad que hay que respetar para que gobiernen los que sepan, los que estén capacitados para ello, que le den el equilibrio político, empresarial y social, al desarrollo que el mundo necesita.
Volvemos a lo que dice Luis Christian Vanella: «Necesitamos organizar nuestro presente y nuestro futuro de la manera más inteligente, optimizando todos nuestros recursos, empezando por el principal factor de éxito: el factor humano».
Servir es mi ocupación.
*Elena Villar
Directora
Magister en Marketing Turismo
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, OMT, de las Naciones Unidas.
* ONU. Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.