LA DESPEDIDA DE DILMA ROUSSEFF
Nos preocupa la suspensión en su cargo de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ya es el tema es hartamente conocido porque ha sido noticia mundial, el día jueves 12, le teníamos mucha simpatía, por ser mujer y además luchadora por los derechos de los más humildes, asimismo es la primera mujer en llegar a ser presidenta del gigante sudamericano, elegida por 54 millones de voto lo recordó ella en su discurso de 15 minutos de despedida.
Dilma, empezó su gobierno con una popularidad de 77% y lo termine con una aceptación del 10% del pueblo brasilero, indudablemente que el país de la samba y los carnavales más bonitos del mundo tiene otra mentalidad, ya que en nuestro país hubieron presidentes que terminaron su mandato con una aceptación del 7% y todavía se atrevieron a participar en estas últimas elecciones en la primera vuelta…
Rousseff, de 68 años tiene un largo camino en la vida política, fue guerrillera izquierdista, torturada y encarcelada durante la dictadura militar (1964-1985), ha prometido una y otra vez que luchará hasta el final, esperemos que lo haga, porque si es inocente de todo lo que se le acusa tendrá que demostrarlo.
Con su destitución marca el fin a los más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder del “pas mais grande do mundo”
¿Un cambio de época o una época de cambio?
Insertamos un parrafo de su discurso de despedida que fue conmovedor «Não cometi crime de responsabilidade. Não tenho contas no exterior, jamais compactuei com a corrupção. Esse processo é frágil, juridicamente inconsistente, injusto, desencadeado contra pessoa honesta e inocente. A maior das brutalidades que pode ser cometida por qualquer ser humano: puni-lo por um crime que não cometeu».
“No he cometido un delito que amerite este juicio. No tengo cuentas en el exterior, jamás he estado comprometida con la corrupción. Este proceso es frágil, y jurídicamente inconsistente, injusto, desencadenado contra una persona honesta e inocente. Es la mayor injusticia que se puede someter a cualquier ser humano… Condenarlo por un crimen que no cometió”
En Brasil asimismo el 1992 el presidente Fernando Collor de Mello dimitió cuando el Senado inicia el procedimiento para su destitución por corrupción.
Es bien cierto que en América Latina, no es novedad que se destituya a un presidente ya sea por golpe de Estado, destituidos legislativamente o se vieron obligados a renunciar en medio de graves crisis. Ecuador y Bolivia están a la cabeza de las estadística, pero también ha ocurrido en Venezuela, en el Perú no podemos olvidarlo, en Haití, en Argentina Fernando de la Rúa se vio obligado a renunciar, por la gran crisis económica y social que vivió en ese país durante su gobierno, así tenemos también, Paraguay, Guatemala, etc.
Finalmente, durante 6 meses Dilma Rousseff será sometida a todo tipo de investigación, según los analistas políticos dicen que será difícil que vuelva a la presidencia a culminar su mandato… Nosotros le deseamos la mejor de las suertes… Y que pueda probar su inocencia… Por espíritu de cuerpo…No, de género, y que pena que no pueda inaugurar los Juegos Olímpicos que se celebran en agosto en Rio de Janeiro por los cuales tenía mucha ilusión…
Es bueno recordar que desde 1991, 17 presidentes perdieron su cargo en América Latina
Elena Villar
Directora