SABÍA QUE LAS AEROLÍNEAS ALARGAN LOS VUELOS DE FORMA DELIBERADA
De acuerdo a la BBC emitido en reciente reportaje las aerolíneas alargan los tiempos de vuelo de forma deliberada, y señala que en los años 60 el vuelo de Nueva York a Los Ángeles duraba cinco horas y sesenta años después se emplean seis horas. Lo mismo ocurre entre Nueva York y Washington que dura treinta minutos más que hace 60 años, a pesar del desarrollo aeronáutico y tecnológico en este periodo.
Esta práctica se llama “horario de arrastre” o relleno, y se trata de ese tiempo extra queutilizan para volar de un destino a otro, cuando realmente podrían hacerlo en menos tiempo. Es un secreto que no quieren que sepamos, especialmente por el impacto que provoca en el medio ambiente, informa El Confidencial. Los expertos apuntan a que de esta forma se produce una falsa sensación de puntualidad que no es real, por lo que nadie se encarga de dar un toque de atención a las aerolíneas para que sean más eficientes y mejoren. El impacto en la huella de carbono también es otro inconveniente fundamental.
“Si las aerolíneas abordaran los problemas, los clientes se beneficiarían directamente”, explica el capitán Michael Baiada, presidente de la consultora de aviación ATH Group. “Esta práctica genera más gastos en el consumo de combustible y CO2. Si mejorara la eficiencia de la aerolínea, los costes bajarían y esto beneficiaría a las tarifas y también al medio ambiente, por lo que todos saldrían ganando”.
Se trata de una táctica que se ha vuelto muy frecuente, indica el consultor de compañías aéreas Bob Mann. En primer lugar, porque si el vuelo llega temprano o tarde puede suceder que tenga problemas con la disponibilidad de la puerta o la capacidad del aeropuerto. Las aerolíneas solo se ocupan del tiempo que transcurre entre puerta y puerta, ante lo que suceda en el aire se lavan las manos e indican que corresponde al tráfico aéreo. “Cuando se trata de retrasos y congestión, las compañías aéreas se siguen quejando y asegurando que es un problema de este tráfico (aunque no lo es) y no suyo”, indica Mann
“Por otro lado, esta práctica se ha vuelto frecuente también porque de esta manera no tienen por qué responsabilizarse en caso de que haya algún retraso”. A partir de tres horas, las compensaciones han de ser las mismas que si el vuelo se hubiera cancelado, y si supera las cinco, la aerolínea tiene que devolver el precio del billete correspondiente al viaje no realizado. Explica Baiada que son muchas las causas de los retrasos (un embarque que va más lento, la ausencia de algún tripulante, problemas con el repostaje de combustible…) pero que también hay que tener en cuenta que el 80% de los factores involucrados está bajo el control de la compañía
Los miles de millones de dólares en inversión han reducido a la mitad los retrasos causados por el control del tráfico aéreo desde 2007, mientras que los retrasos causados por las aerolíneas se han disparado, según un informe Bloomberg de 2016
Con información de BBC
Mg.Elena Villar
Directora