OCTUBRE LIMA Y SU AROMA DE TURRÓN DE DOÑA PEPA

El Turrón de Doña Pepa Postre tradicional de octubre...
Por Elena Tejera*
El turrón de Doña Pepa es un dulce tradicional peruano relacionado con la festividad del Señor de los Milagros, formado por tres o más palos de harina distribuidos de manera similar a una esterilla bañado con miel de «chancaca» ( papelón) y decorado con grageas y confites de varias formas y colores.
Tradicionalmente los orígenes del tradicional postre limeño, en sus dos versiones se remontan a la época de la colonia y la esclavitud de los negros se cuenta que la esclava Josefa Marmanillo, proveniente del cercano valle de Cañete (La provincia de Cañete es una de las diez provincias que conforman el Departamento de Lima), era reconocida como buena cocinera
La primera historia y la más difundida en la historia oral y escrita, nos recuerda que hacia fines del siglo XVIII, Josefa Marmanillo comenzó a sufrir una parálisis en los brazos, enfermedad que posibilitó que fuera liberada de la esclavitud, pero al mismo tiempo -al impedirle trabajar- la dejaba sin posibilidad de sustento: en tales circunstancias escuchó rumores sobre los milagros que realizaba la imagen del «Cristo de Pachacamilla*», viajó hasta Lima, y su fe y devoción fue tan genuina que desapareció la enfermedad, y en agradecimiento creó el dulce dedicado al «Cristo de Pachacamilla» actualmente llamado «Señor de los Milagros». En la siguiente salida del Señor, Josefa levantó el turrón, ofreciéndoselo.
Al regresar a Cañete, la esclava aseguraba que el Cristo la había mirado sonriendo mientras bendecía la ofrenda. También existe la versión que Josefa llevó una primera vez el turrón a la procesión y se lo ofreció al Cristo de Pachacamilla, curándose al retornar a Cañete.
En cualquier forma, en los años posteriores siempre regresó a Lima para ofrecer su turrón en las procesiones del Cristo morado a los fieles, tradición que continuaron su hija, su nieta, y las generaciones posteriores.
La segunda refiere que un virrey organizó un concurso premiando a quien hiciera un alimento agradable, nutritivo y que se pudiera conservar por varios días: la ganadora no fue otra que Josefa Marmanillo, por lo que su apodo «Doña Pepa» quedó asociado al postre.
Escoja mi querido lector la que Ud. prefiera las dos lo llevaran a desear nuestro tradicional postre, que ya no sólo se come en octubre, sino en cualquier mes del años por lo sabroso que es ... ¡hummm! Suavecito…
Diversos documentos del siglo XIX dan cuenta que el postre en ese entonces también se conocía como «turrón de miel» o «turrón del Señor de los Milagros», como un mejoramiento y modificación del clásico turrón español con elementos nuevos y originales, el bautizo definitivo con el nombre «turrón de Doña Pepa» en recuerdo de su inventora, se produjo recién a inicios del siglo XX.
Miel de chancaca (papelón)
La miel, un aporte africano a la gastronomía peruana, es la que principalmente le otorga el sabor dulce al turrón, si bien los palitos de harina casi no presentan sabor, la combinación de ambos ingredientes produce un gusto extraordinario. Esta miel no sólo se prepara a partir de «chancaca» (primera miel o melaza sin refinar de la caña de azúcar), son varios los ingredientes que se ponen a hervor junto con el agua, como lo son frutas ácidas como piña, naranja, membrillo, etc. y especias como canela y clavo de olor. La miel tomará el punto de bola blanda cuando esté lista.
Grageas y confites
Como tradición el turrón de doña Pepa está decorado con distintos tipos de grageas, entre ellos tenemos:
Grageas: Son diminutas esferitas de diferentes colores, estos son los que se colocan inicialmente y no debe de quedar ningún espacio de miel vacío.
Bolitas de caramelo: Son más grandes comparadas con las grageas vienen también en distintos colores y tienen dos tamaños diferentes.
Palitos: Son alargados y también presentan varios colores.
Figuritas: Son planas y presentan varios colores, presentan formas particulares como estrellas, medialunas, círculos, corazones, etc.
Caracoles: Vienen en distintos colores, adentro llevan un papel con un mensaje igual que las galletas de la suerte.
Impacto socio-cultural
En 5 de octubre de 2013, La Municipalidad Metropolitana de Lima con el respaldo de la subgerencia de Sanidad organizó el concurso El “Turrón más grande” donde especialistas en la preparación del tradicional dulce limeño elaboraron un turrón de 200 metros de longitud. El cual se realizó en el Parque de la Reserva Circuito Mágico del Agua donde llegaron miles de personas
El año 2008 se estima que la producción del «turrón de Doña Pepa» alcanzó los 540 mil kilos solamente en las tres mil panaderías agrupadas en la Asociación Peruana de Empresarios en Panadería y Pastelería (ASPAN).
Durante las épocas colonial y republicana existió un oficio dedicado exclusivamente a la venta del turrón, conocido como «turronero» o «turronera», quienes fueron representados en crónicas y acuarelas costumbristas como las de Pancho Fierro y el francés Charles Angrand.
Un consejo de amiga, no se afane en prepáralo, es muy laborioso, y nunca sale tan rico como de la mano de los chef pasteleros… son deliciosos y suavecitooooooossss…
*“Pachacamilla» barrio de San Sebastián junto a la parroquia de San Marcelo; en el centro de Lima.
*Magister en Turismo y Comunicación Social
Con Información de Wikipedia