COMER EN LOS MUSEOS
Cada vez más personas buscan la alta cocina y la originalidad a la hora de comer. Si tú estás entre ellas y además eres un apasionado del arte, España te encantará. Y es que muchos de sus principales museos, situados en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Valencia, albergan en su interior restaurantes cuyas cartas son pura imaginación. Atrévete con pinacotecas donde las obras de arte no sólo están en las paredes.
Uno de los destinos imprescindibles es Madrid, la capital de España y uno de los centros artísticos más importantes del mundo. En el conocido como “triángulo del arte” encontrarás el Museo Thyssen-Bornemisza. Si pasear por los pasillos de esta pinacoteca que recorre la historia de la pintura europea es una experiencia maravillosa, degustar un plato de su restaurante-cafetería, situado en un hermoso jardín, es algo que no te puedes perder. ¿Te imaginas probar platos como “abstracción mallorquina” o “paisaje catalán? Estos son los nombres de algunas de las recetas que el restaurante ofreció con motivo de una exposición sobre Miró. Te recomendamos que visites este museo en verano, pues es durante las noches de junio, julio y agosto cuando también podrás conocer su “Mirador”, una magnífica terraza situada en el ático donde degustar la deliciosa cocina mediterránea mientras obtienes unas magníficas vistas de la ciudad.
También en Madrid, y a pocos minutos andando del Thyssen, se halla otro de sus museos imprescindibles, el Nacional de Arte Reina Sofía. A su visión del arte moderno y contemporáneo se adapta perfectamente el interiorismo de su restaurante. Sólo basta decir la frase con que se promocionó su apertura: “la creatividad que se come”. Para completar la visita al “triángulo del arte”, no olvides que el gran Museo Nacional del Prado también dispone de un agradable restaurante, “Café Prado”, y de una terraza que abre entre los meses de marzo y octubre, perfecta para descansar tras disfrutar de las impresionantes obras que alberga la pinacoteca.
Como última propuesta madrileña, te sugerimos un restaurante “a la moda”, el del Museo del Traje. Tras contemplar las maravillosas indumentarias que posee (algunas incluso del siglo XVI), nada mejor que dejarse llevar por los sabores de su restaurante. El Grupo Lezama es el encargado de ofrecer una carta basada en una cocina vasca actualizada.
F/ Multimedia