EN GUARDIA
Por Antero Flores-Araoz* Los ataques terroristas perpetrados en París el 13 de noviembre, condenados mundialmente, tienen necesariamente que hacernos reflexionar, y en ésa línea la primera reacción es la de estupor, de no creerlo ni menos comprenderlo. Nos preguntamos: ¿Cómo es posible tanta maldad? ¿Cómo se puede tener tanta sangre fría, para matar sin motivo aparente, a personas que ni siquiera conocen y con las cuales no había vínculo alguno? ¿Cómo se puede ser tan deshumano para infligir grave daño? ¿Cómo existen personas que se inmolan para cegar otras vidas? Y ¿hasta dónde puede llegar el odio y las pasiones?…