UN CRISTO REAL

Para estos tiempos caóticos que nos toca vivir de violencia desmedida en todos los ámbitos de la vida, donde pareciera que los “Derechos Humanos” existen sólo para unos cuantos, donde parece que se han perdido mucho de lo que nos enseñaron sobre los valores de Ética y Moral nos parece oportuno reeditar este poema que para la Semana Santa del 2020 habíamos publicado.
Nos lo trae a la memoria el comentario de un indignado lector aclarándonos 4 años después que el verdadero autor es el padre marianista Martin Valmaseda*, naturalmente nos envió dos links sonde se comprueba lo dicho… Realizada las correcciones puesto que el lector y amigo que nos lo envío en ese tiempo, y muchísimas personas en le Red digital, piensan que el poema es de la Novel chilena Gabriela Mistral. Dicho esto les compartimos este hermoso y magistral poema sobre Cristo…
UN CRISTO REAL
¡De qué quiere Usted la imagen? Preguntó el imaginero:
Tenemos santos de pino,
Hay imágenes de yeso,
Mire este Cristo yacente,
Madera de puro cedro,
Depende de quién la encarga,
Una familia o un templo,
O si el único objetivo
Es ponerla en un museo.
Déjeme, pues, que le explique,
Lo que de verdad deseo.
Yo necesito una imagen
De Jesús El Galileo,
Que refleje su fracaso
Intentando un mundo nuevo,
Que conmueva las conciencias
Y cambie los pensamientos,
Yo no la quiero encerrada
En iglesias y conventos.
Ni en casa de una familia
Para presidir sus rezos,
No es para llevarla en andas
Cargada por costaleros,
Yo quiero una imagen viva
De un Jesús Hombre sufriendo,
Que ilumine a quien la mire
El corazón y el cerebro.
Que den ganas de bajarlo
De su cruz y del tormento,
Y quien contemple esa imagen
No quede mirando un muerto,
Ni que con ojos de artista
Sólo contemple un objeto,
Ante el que exclame admirado
¡Qué torturado mas bello!.
Perdóneme si le digo,
Responde el imaginero,
Que aquí no hallará seguro
La imagen del Nazareno.
Vaya a buscarla en las calles
Entre las gentes sin techo,
En hospicios y hospitales
Donde haya gente muriendo
En los centros de acogida
En que abandonan a viejos,
En el pueblo marginado,
Entre los niños hambrientos,
En mujeres maltratadas,
En personas sin empleo.
Pero la imagen de Cristo
No la busque en los museos,
No la busque en las estatuas,
En los altares y templos.
Ni siga en las procesiones
Los pasos del Nazareno,
No la busque de madera,
De bronce de piedra o yeso,
¡mejor busque entre los pobres
Su imagen de carne y hueso ¡
*»Martin Valmaceda»*