EL TURISMO Y LA PUBLICIDAD
La importancia de la publicidad en la fascinante y muy poderosa industria de los viajes y el turismo, es en definitiva vital, puesto que, sin su aplicación no habría llegado a convertirse en la industria líder en el mundo en cuanto a generación de divisas y, por ende, de empleo – cada turista genera dos puestos de trabajo- así como también contribuye al mantenimiento de la paz –lo que todos deseamos- incrementa la cultura, es piedra angular de la integración, tomando conciencia de un turismo sustentable, puesto que, “un medio ambiente sano es el mejor aliado del turismo”.
En resumen, el turismo cumple una función decisiva en el desarrollo socio- económico- cultural de los pueblos.
En la actualidad, el empleo turístico beneficia a más de un 1 millón 325 mil de personas y este año se espera que el turismo cuyo impacto directo del turismo fue de 4.5% en el 2018 se espera aumente en 4.7% en los próximos diez años, hasta lograr US$ 13,403 millones en divisas y el 4.2% del PBI. Sobre esto, el objetivo del sector es claro: recibir siete millones de turistas internacionales al 2021.
Mas, antes de proseguir en procura de averiguar sus orígenes, volvamos a nuestro titular preguntémonos
¿Qué es la publicidad?
De acuerdo a la Comunidad Iberoamericana de Comunicaciones, es una forma de comunicación. Está englobada en toda la actividad humana, orientada a informar, a transmitir iniciativas, a manifestar ideas. La comunicación cuando es libre es decir, cuando no está parcializada y orientada en un sentido, enriquece a los hombres, los hace libres, consolida el concepto dándole el contenido que se propone una sociedad abierta. La publicidad cumple un doble propósito: Informar al consumidor, cuando su mensaje es comercial, y orienta a la ciudadanía cuando ese mensaje se propone, por medio de la persuasión, cambiar hábitos de vida. La publicidad es orientadora del comportamiento social.
Hagamos pues un poco de historia.
La publicidad remonta su importancia marquetera inicial a la caída del Imperio Romano, y con ello, a la llegada de la Edad Media, era cultural favorecida por la proliferación de sus escritores e investigadores ávidos de conocimiento, quienes haciendo gala de sus atributos literarios, apuntaban hacia los iniciales pasos de la publicidad tal el caso de uno de los grandes de aquella era, Santo Tomás de Aquino el mismo que, gracias a su genialidad, legara a la humanidad, luego de escribir más de ochocientos libros, su obra cumbre, la “Suma Teológica” -1261- que aunque inconclusa se convertiría en la obra maestra de la filosofía, pero además estableció dos sabios conceptos del saber que a través de los siglos han mantenido su vigencia que, a su vez, siempre tuvieron mucho que ver con la publicidad “Ver para Creer”, y “El Principio del justo medio”, irrebatibles conceptos básicos del Turismo
La publicidad ya en aquel entonces hacía sentir su convincente influencia, es el caso de la bella Venecia, en esa época aristocrática ciudad italiana, muy próspera y de grandes atractivos que invitaban a ser visitada tal como hoy. En aquellos días de mediados de la primera mitad del milenio de nuestra era cristiana, en los lugares más visibles de expendio de sus mercancías ya se incitaba a través de pinturas y trazos a adquirir lo que ofrecían.
Y más, muchísimo más lejos, más exactamente en el año 79, en la disipada y muy divertida Pompeya, cercana a Nápoles y en las faldas del volcán Vesubio, las legiones romanas disfrutaban como premio a sus victorias el desenfreno de su privaciones en los días de guerra, allí, en sus grandes bazares expendían sus finos artículos y para persuadir a la compra sus comerciantes lo hacían a través del convencimiento no sólo con recomendaciones verbales (publicidad boca a boca se le llaman hoy) sino con dibujos o tallados en mármol. Es así, pues, como el oficio publicitario se inicia con nuestra era cristiana y con el correr de los siglos sigue cobrando mayor interés, y ya, con el genial invento de Juan Gensfleisch Gutemberg en 1440, la imprenta, la publicidad entra a formar parte muy importante en los medios de comunicación escrita, dando su primer paso a mediados del siglo XIX poniéndose en práctica en la Ciudad Luz en el diario “La Presse” publicando el primer anuncio publicitario, y de allí en adelante, los medios de comunicación escrita de Londres y otras capitales europeas, y, sobre todo en los Estados Unidos donde la publicidad se enseñorea en el mundo de los negocios, siendo su gran pionero Walter Thompson visionario publicista que crea en 1864 la primera Agencia Publicitaria en el país de la “libertad y oportunidad”, gracias a que estaba totalmente convencidos de su arrolladora efectividad, para luego expandir los beneficios de su organización, de primera intención a Londres y seguidamente a todo el mercado europeo y a todo nuestro continente.
En nuestra época o época de cambio, época de Portales y Semanarios digitales ,de blogueros e influencers, donde la noticia se vive en tiempo real y se olvida de la misma forma (memoria Nescafé*), dónde todos los diarios del mundo tienen una versión digital… Tienen que recordar los empresarios que la publicidad vende por repetición… y bien dirigida crea necesidades… Además, MÁS CLARO NI EL AGUA… Si no estás no existes… Salvo error u omisión…
Elena Villar
Directora
Magister en Turismo
Coordinadora para América del CIESTCA