NAVEGAR E INNOVAR, TODO ES EMPEZAR
Por. Fran Chuán
Aprovecha las vacaciones para descansar y reflexionar tranquilamente sobre la travesía que puedes empezar a realizar a la vuelta… ¡todo es empezar!
Me fascina el mundo de la navegación a vela. ¡Y hay tantas similitudes entre ella y la innovación! Cuando empiezas una travesía en la que el destino no es tan importante como el viaje, aprovechas los vientos y las corrientes para el disfrute y el aprendizaje.
Aprendes a necesitar menos cosas, te descubres haciendo maniobras que no hubieras hecho y superando situaciones que a priori te habrían parecido inasumibles. Llegas al final de la travesía y descubres un entorno que no habías previsto, experimentas unas vivencias no contempladas y, simplemente, llegas a la conclusión de que eres diferente a cuando saliste.
Lógicamente también puedes quejarte de que el viento te ha soplado en la dirección no deseada, de que has echado de menos determinados elementos o placeres que tenías en tierra, de que no has cumplido las expectativas generadas en la partida o de que te ha tocado padecer ciertas circunstancias incómodas. Incluso todo ello junto.
Nos encontramos ante un tema de actitudes ante la vida, ya sea una travesía a vela, una excursión familiar o cualquier otra experiencia.
En el mundo de la empresa no es muy diferente. Si se desea ser parte de la innovación:
Se ha de estar dispuesto a aprovechar las circunstancias como si todas y cada una de ellas fueran oportunidades.
Nos descubriremos haciendo cosas que normalmente no habríamos hecho.
Superaremos situaciones que antes nos parecerían propias de otros pero inabordables para nosotros.
Llegaremos a un destino no previsto.
Todo ello si somos prudentes, positivos y estamos dispuestos a “viajar”.
Publicado en 1 de agosto de 2014 por Equipo Dícere-ToBeinn