UN EDITORIAL LLAMATIVO
LAS CAUSAS Y LOS EFECTOS
Para nosotros ha sido realmente grato y motivador que nuestro editorial de la semana pasada haya originado el artículo escrito por nuestro distinguido y asiduo colaborador Dr. Antonio –Pedro Tejera Reyes* al cual le cedemos nuestro espacio editorial por estar en concordancia con lo que pensamos y es un testimonio de total acuerdo con lo que dice el Papa Francisco en su encíclica papal “Alabado seas, mi Señor”.
“Llevamos ya muchos años tratando del tema. Son miles de horas predicando, una y otra vez, la necesidad de una toma de conciencia sobre el destrozo que estamos haciendo con los elementos que La Naturaleza nos ha regalado, como un bien material que tenemos la obligación ineludible de conservar, como bien hemos reflejado a través de toda una vida llevada a la docencia en el turismo, una actividad estrechamente relacionada con el desarrollo del territorio, el cual, como bien ha titulado la revista Turista Magazine Destinos, es nuestra casa.
“Proteger nuestra casa”, es el titular del editorial al cual nos referimos, donde la directora de la citada revista hace un encendido comentario de la encíclica papal “Alabado seas, mi Señor” dada a conocer recientemente por el Papa Francisco.
No es para menos la citada encíclica, que entra de lleno en el problema fundamental que venimos tratando como decimos, desde hace muchos años atrás.
El MANIFIESTO DE LA OROTAVA, sobre la Declaración por la Calidad del Medio Ambiente, elaborado, y dado a conocer, en el año 2001, por los componentes del programa “Master en Calidad Turística-Ambiental Sostenible y Promoción de La Paz”, recoge en su epígrafe número uno, lo siguiente: “Debemos fomentar la educación y capacitación de La Humanidad, como un instrumento para la conservación, el respeto y la mejora de los recursos naturales, potenciando así su desarrollo sostenible en beneficio de las generaciones futuras” … Nada mas esclarecedor ni mas comprometido con el contenido de esta encíclica papal, ni con el editorial que comentamos.
No es precisamente una casualidad el que estemos continuamente insistiendo en el problema del desarrollo sostenible de los pueblos, y los destrozos que se cometen a diario con las bendiciones que nos aporta nuestra Naturaleza, cuando en nuestra larga vida hemos visto desaparecer significativas y hermosas muestras del paisaje en varios lugares íntimamente relacionados con nosotros, todo ello amparado en la palabra desarrollo, sin tener para nada en cuenta esas causas y efectos que señalamos en nuestro titular.
Cuando hemos presenciado las lágrimas de un emigrante que el volver a los lugares de su procedencia ha visto como han desaparecido hasta sus mas íntimas señas de identidad, el reflejo de estas escenas no se olvidan fácilmente… “Disfrutar de los bienes que nos ha dado La Naturaleza, que satisfacen las necesidades de las generaciones actuales, sin poner en peligro la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”, apoyándonos en un fragmento del Informe Bruntdland, “Nuestro Futuro Común”, ha sido, y es, nuestro referente cuando tratamos este complicado tema, que tiene mucho que ver con la especulación y la corrupción que hoy nos invade por todos lados.
La protección necesaria y el cuidado de “Nuestra Casa”, tienen que tener presente la conservación y el cuidado de unas señas de identidad cuya presencia en el paisaje son incuestionables. La limpieza y el orden de nuestros preciados bienes, es otra de las vertientes que se nos van de las manos a diario, con la suciedad y el abandono presente en los lugares mas emblemáticos, sin que, al parecer, tengamos en cuenta que el factor turismo que nos invade, proporcionándonos “bienestar y riqueza a la persona, a la familia, a la comunidad, al mundo entero”, nos exige una especial atención en el cuidado de “nuestra casa, extensión que llevamos hasta los límites de nuestra nación… de nuestro mundo”…
Se hace necesaria una política seria, bien fundamentada, que tenga muy claro cuál es el objetivo, ese que señala el Papa Francisco y que tan bien ha sido recogido en el editorial de Turista Magazine Destinos, “Proteger nuestra casa”, que hoy comentamos con ese dejo de nostalgia que tenemos quienes estamos esperanzados en que no sean palabras que se las lleva el viento, en este mundo cargado de injusticias, atropellos y sin razón…»
* Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas, ONU
Elena Villar
Directora